Cone-beam imaging es un método de adquisición de volumen basado en rayos X que proporciona imágenes 3D de la cabeza. El volumen reconstruido es «isotrópico»; la resolución espacial varía según el material, igual o superior a la de la TC pero con una intensidad de radiación mucho menor. Los inconvenientes incluyen una relación señal-ruido reducida y una resolución de densidad deficiente que impide la exploración de tejidos blandos, especialmente de procesos tumorales., Esta técnica es muy eficaz para el estudio de los procesos inflamatorios e infecciosos de la cabeza. En la exploración dental, sus cualidades intrínsecas permiten la detección de sinusitis de origen dental con una precisión que no se puede obtener en la TC. Las imágenes de haz cónico se convertirán, en un futuro próximo, en el examen de referencia en la evaluación de los senos paranasales. Finalmente, esta técnica, al menos utilizando los aparatos más potentes, parece muy prometedora en la exploración de la patología del oído. Las primeras aplicaciones en otitis crónica, displasia, deformidad y trauma han sido alentadoras., Su baja sensibilidad a los artefactos metálicos lo convierte en la técnica de elección en el seguimiento de los implantes cocleares.