una lesión cerebral quística es un saco lleno de líquido en el cerebro que generalmente contiene líquido cefalorraquídeo. Las lesiones cerebrales quísticas varían en tamaño, tipo y ubicación en el cerebro. Se desconoce la causa de una lesión cerebral quística, pero por lo general son congénitas (presentes al nacer).
Hay varios tipos diferentes de quistes cerebrales. Nuestros neurocirujanos pediátricos frecuentemente atienden a pacientes pediátricos con quistes aracnoides, quistes coloides y quistes pineales., Los quistes aracnoides son el tipo más común de quiste cerebral, y pueden ocurrir en cualquier parte del cerebro, pero más comúnmente en la fosa temporal o la fosa posterior. Los quistes coloides generalmente se encuentran incidentalmente y se tratan si son grandes o es probable que causen hidrocefalia. Los quistes pineales son estructuras líquidas que se forman en la glándula pineal y se tratan cuando son grandes (más de 2 cm) y causan síntomas como dolores de cabeza debilitantes o problemas de movimiento ocular.
los quistes cerebrales grandes pueden bloquear el flujo normal del líquido cefalorraquídeo, lo que puede causar un aumento de la presión en el cerebro., Los quistes también pueden filtrarse a otras áreas del cerebro, o los vasos sanguíneos en la superficie del quiste pueden sangrar en el quiste causando un hematoma. Si no se trata, los quistes pueden causar daño neurológico.
los síntomas comunes de un quiste en el cerebro incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, problemas de equilibrio, convulsiones, pérdida de la visión y pérdida de la audición. Dado que estos síntomas pueden estar asociados con otras afecciones médicas, es importante que primero discuta las preocupaciones sobre la salud de su hijo con su pediatra.,
si el pediatra de su hijo detecta un quiste cerebral, su pediatra lo derivará a un neurocirujano pediátrico para su evaluación, diagnóstico y tratamiento.
tratamiento de las lesiones quísticas
El tratamiento de los quistes cerebrales se determina por la ubicación, el tamaño y el tipo de quiste. Los niños con un quiste cerebral pequeño, un quiste que no está cambiando ni causando presión en el cerebro, pueden no requerir cirugía. Nuestros neurocirujanos pediátricos pueden monitorear el crecimiento del quiste con citas de diagnóstico por imágenes de rutina. La cirugía se recomienda para los pacientes con síntomas para aliviar los síntomas y prevenir el daño neurológico.,
durante un procedimiento quirúrgico llamado fenestración, nuestros neurocirujanos pediátricos utilizan un enfoque mínimamente invasivo para alcanzar el quiste con un endoscopio o microscopio y luego abrirlo para liberar el líquido interior. Este procedimiento puede eliminar la necesidad de una derivación o hardware implantado.
en algunos casos, se puede colocar una derivación en el quiste cerebral para drenar el líquido del cerebro. Esto generalmente se hace si el quiste se llena de líquido después de la fenestración. Consulte con su neurocirujano pediátrico para averiguar qué opción de tratamiento es la mejor para su hijo.,
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