¿qué es el síndrome de Klippel-Trenaunay?
el síndrome de Klippel-Trenaunay (KTS) es una anomalía vascular congénita (presente al nacer) poco común que hace que su hijo tenga una gran cantidad de vasos sanguíneos anormales. Los médicos a veces pueden ver evidencia de KTS en una ecografía prenatal, y la malformación capilar (en forma de una marca de nacimiento de «tinción de vino de Oporto») casi siempre es evidente en el nacimiento del bebé. El KTS es igualmente común en niños y niñas.,
cómo cuidamos el síndrome de Klippel-Trenaunay
El Centro de anomalías vasculares (VAC) de Boston Children’s se especializa en la atención innovadora y centrada en la familia para niños con KTS. Desde su primera visita, trabajará con un equipo de profesionales que están comprometidos a apoyar todas las necesidades físicas y psicosociales de su familia. El KTS es una afección progresiva, lo que significa que crecerá a medida que su hijo crezca. Dicho esto, muchos niños, especialmente aquellos con casos leves de KTS, llevan una vida normal y saludable., El tratamiento para los síntomas de su hijo es la forma más efectiva de controlar la enfermedad.
Los niños con KTS a veces tienen piernas tan grandes que se vuelven debilitantes, lo que los obliga a usar una silla de ruedas. Los cirujanos de Boston Children’s están liderando la tarea de eliminar el tejido extra que crece como resultado del KTS. En lo que se llama un procedimiento de citorreducción, nuestros cirujanos extraen una gran cantidad de tejido extra, lo que puede permitir que su hijo recupere la función de la pierna.,
nuestras áreas de innovación para el síndrome de Klippel-Trenaunay
el síndrome de Klippel-Trenaunay es causado por errores que ocurren cuando se forman vasos sanguíneos y linfáticos. El Centro de anomalías vasculares lleva a cabo investigaciones que pueden conducir al desarrollo de tratamientos nuevos y más efectivos y tal vez, en última instancia, resulten en formas de prevenir el KTS.
nuestros investigadores están investigando actualmente los genes y moléculas que regulan la formación y el crecimiento de los vasos sanguíneos y linfáticos. Esperamos que la comprensión de los genes que controlan estos eventos moleculares resulte en nuevas terapias para las malformaciones vasculares.