como niños, estoy seguro de que todos hemos jugado con imanes. Los imanes siempre han sido un misterio para nosotros. Son unos divertidos manipuladores. En alguna orientación, se tiraban unos a otros hacia sí mismos y en algunos, se alejaban unos de otros. A lo largo de los años aprendimos que la fuerza que trabaja detrás de este comportamiento de los imanes es su fuerza magnética que es atractiva o repulsiva en función de su orientación con otros imanes.,»>

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