la planta también es excelente para usar tópicamente en esguinces, tirones musculares, inflamaciones y fracturas. Es una maravillosa hierba de primeros auxilios para tener a mano en caso de que usted o alguien que conoce se tuerza el tobillo. Un remojo de pies o una cataplasma de consuelda puede traer alivio y ayudar a acelerar el proceso de curación.

pero la consuelda debe usarse con precaución y respeto. Es un remedio de curación de heridas tan excelente y rápido que en realidad no debe usarse en heridas profundas o laceraciones., Potencialmente podría curar la capa superior de la piel antes de la capa inferior, lo que resulta en un absceso. Por lo tanto, evite la consuelda para heridas cutáneas importantes y úselo solo para moretones, esguinces y cortes y rasguños menores.

además, mucho debate rodea la seguridad de consumir consuelda internamente, a pesar de que durante siglos se utilizó en la medicina griega y por los médicos europeos para problemas respiratorios y digestivos. La controversia se debe al hecho de que la planta contiene alcaloides de Pirrolizidina que pueden ser dañinos para el hígado en dosis altas., Estos alcaloides pueden hacer daño, especialmente a las personas que ya tienen un hígado comprometido, por lo que se recomienda usar consuelda tópicamente y no internamente para estar en el lado seguro.

dicho esto, no hay razón para temer a esta planta cuando se usa correctamente. Simplemente no use consuelda en heridas abiertas profundas y evite todo uso interno.

Cómo usar:

hay muchas maneras de usar consuelda tópicamente en el cuerpo a través de compresas, cataplasmas, linimentos y aceites infundidos. Una de mis formas favoritas es hacer una simple compresa., Si nunca has hecho uno antes, puede sonar desalentador, pero en realidad es muy sencillo. Una compresa es simplemente un paño empapado en un té de hierbas (o a veces una tintura o aceite) y luego se coloca en el cuerpo. La piel absorbe las propiedades curativas del líquido y penetra en la zona afectada. Las compresas se pueden aplicar tibias o frías. Las compresas calientes serán más relajantes, ayudarán con la tensión muscular y traerán más sangre al área. Las compresas frías son constrictoras, ralentizan la circulación y pueden ayudar a reducir el sangrado y el dolor.

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