colibríes pobres. Los frágiles pájaros alados de flota a menudo no pasan de su primer año de vida, ya que son sabrosos bocadillos para gatos, lubinas de boca grande, serpientes, lagartos you ya te das cuenta. Ahora, quizás sorprendentemente, podemos agregar mantis religiosas a esa macabra lista.
un nuevo artículo que revisa la literatura sobre la muerte aviar encuentra que las mantis religiosas son depredadores entusiastas de las pequeñas aves, y lo hacen de manera sangrienta, a menudo cavando a través de las cuencas oculares para desgarrar los cerebros de las aves., En un comunicado de prensa se incluyen una serie de imágenes, y los resultados no son bonitos:
En total, investigadores de los Estados Unidos y Suiza encontraron 147 casos de depredación de mantis sobre colibríes en todos los continentes, excepto la Antártida. Se contabilizaron veinticuatro especies de aves y 12 especies de mantis, una indicación de que el comportamiento está muy extendido. Los colibríes se convirtieron en blancos fáciles de la mantis después de quedar atrapados en comederos y plantas para aves., Una vez atrapadas, las probabilidades eran bastante sombrías: los investigadores señalan que solo el dos por ciento de las aves lograron escapar de las garras sobredimensionadas de los insectos, aunque un 20 por ciento fueron liberados por los humanos.
Más del 70 por ciento de los casos fueron de los Estados Unidos, donde las mantis religiosas fueron liberadas hace décadas en un intento de controlar las plagas., Como depredadores entusiastas, las mantis están felices de comer cualquier cosa en la que puedan poner sus garras, y los colibríes están directamente en su mira. Los resultados fueron publicados el mes pasado en el Wilson Journal of Ornithology.
el número de aves matadas por Mantis todavía palidece en comparación con las matadas por gatos y objetos artificiales como turbinas de viento, sin embargo. De hecho, las ventanas reflectantes en los edificios de oficinas probablemente acumulan muchas más muertes de aves., Sin embargo, las estadísticas sirven como otro ejemplo de los efectos secundarios no deseados que resultan de la liberación de especies invasoras en un nuevo entorno. También es un recordatorio de que la naturaleza es bastante brutal.